• Los que presentan y despiden canciones, leen textos, comerciales y son muy básicos en sus funciones.

• Los que son espontáneos, objetivos, creativos y convierten el micrófono en su mejor aliado, haciendo sentir al oyente como parte de su vida diaria en su show.

• Los más serios, cultos con programas exageradamente informativos, que saturan y no le permiten al oyente un segundo de diversión, pero tienen oyentes fieles.

• Los engolados o engoladas que están fuera de contexto y vida real que no gustan en masas, pero se mantienen por años en sus programas y captan audiencia de una forma inexplicable.

• Los que cabalgan ante un micrófono, hablan muy rápido pero no tienen ni idea que hasta en la velocidad verbal debe existir la buena dicción, y la adecuada respiración, pero son perfectamente utilizables para cubrir remotos, comerciales, producción, libretos etc.

• Los que no entienden lo que leen, son incultos, no se informan y cometen errores garrafales en vivo y ni se enteran, pero se sienten lo máximo.

• Los básicos que no se atreven a hacer cambios y se mantienen en su ESTILO conformándose con lo que ya han obtenido.

• Los que no respetan la importancia de un micrófono, las consecuencias irreparables del irrespeto al público. No saben leer al aire, no tienen coherencia en lo que hablan, y no pueden improvisar.

• Los que son divertidos, atrevidos, irreverentes y ayudados con producción logran convertirse en un show.

• Los que tienen experiencia y saben perfectamente que hacer o no hacer frente a un micrófono y tienen una audiencia fija que jamás los abandona.

• Los que reúnen todos los ingredientes necesarios para dejarse escuchar, captar audiencia y se hacen tan necesarios que a través de la voz, la credibilidad, espontaneidad y veracidad los mantiene siempre en el Top, acompañados de una buena producción.